Las obras públicas y no tan públicas fueron realizadas por mano de obra forzada. Después de la Guerra Civil, cientos de miles de personas fueron explotadas por patronos desalmados y por la dictadura. Fue la mal llamada “reconstrucción” del país.
El Valle de los Caídos, obra megalómana que sirvió para albergar la tumba del dictador a modo de pirámide egipcia, es una más de las grandes obras que emplearon a presos republicanos.
El puente de los italianos en Torrelavega, distintos puentes sobre el río Besaya y el camino hasta llegar a Asturias. La presa del Nansa, donde hasta hace unos años se conservaban las ruinas de los barracones donde alojaban la mano de obra forzada.
El proyecto abandonado del Santander-Mediterraneo. Su obra cumbre: El túnel de La Engaña. El poblado obrero se llamaba Portolés pues llevaba el nombre de la empresa que ejecutaba las obras. Llegaron a trabajar más de 5.000 personas, muchas de ellas presos republicanos. La montaña es un gran bloque de cal que forman los montes de Somo, llena de manantiales. Antes de su derrumbe, hace escasos años, servía de atajo entre Valdeporres y Cantabria.
Recuerdo y homenaje a la mano de obra forzada: Presos republicanos.
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